Otra de Geisha
2010-10-08
Me acuerdo de esta Maiko que vi en Gion. Me acuerdo perfecto porque la expresión de su cara era un poco distinta a las demás que he podido ver más o menos de cerca. Desgraciadamente no tuve la oportunidad de tomar una foto en la que viera más la expresión de su cara, pero creo que en la que tomé se alcanza a ver un poco.
Me acuerdo de esta Maiko que vi en Gion. Me acuerdo perfecto porque la expresión de su cara era un poco distinta a las demás que he podido ver más o menos de cerca. Desgraciadamente no tuve la oportunidad de tomar una foto en la que viera más la expresión de su cara, pero creo que en la que tomé se alcanza a ver un poco.
La mirada de esta Maiko reflejaba algo de tristeza... iba caminando muy decidida al restaurante donde tenía su cita, orgullosa de ser Maiko,concentrada... pero al mismo tiempo triste.
Cuando le vi me quedé pensando en lo interesante de muchas de las personas que están en una disciplina tan específica como ellas. A veces es tanta la disciplina y los sacrificios que no sé si pueden llegar a disfrutar por lo que han luchado tanto.
Quizás sólo había tenido un mal día o ya se le hacía tarde, pero la verdad es que su mirada era diferente a las demás Maiko que he visto.
Y la siguiente foto también dice cosas:
Las personas que viven en Kyoto están tan acostumbradas que pueden dejar pasar una Maiko atrás de ellas sin siquiera voltear a verlas. Muchísimos turistas quisieran estar en la situación de esta señora que está más interesada en el menú que en lo que está pasando atrás de ella.
Cuando le vi me quedé pensando en lo interesante de muchas de las personas que están en una disciplina tan específica como ellas. A veces es tanta la disciplina y los sacrificios que no sé si pueden llegar a disfrutar por lo que han luchado tanto.
Quizás sólo había tenido un mal día o ya se le hacía tarde, pero la verdad es que su mirada era diferente a las demás Maiko que he visto.
Y la siguiente foto también dice cosas:
Las personas que viven en Kyoto están tan acostumbradas que pueden dejar pasar una Maiko atrás de ellas sin siquiera voltear a verlas. Muchísimos turistas quisieran estar en la situación de esta señora que está más interesada en el menú que en lo que está pasando atrás de ella.
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