Restaurante en Kyushu

La semana pasada fuimos de paseo a Hitoyoshi, el pueblo de la prefectura de Kumamoto en donde creció Kaori.

Ahí fuimos a un restaurante que desde el punto de vista de los locales puede ser normal pero a mí me pareció muy especial. No pude tomar muchas fotos pero aquí pongo las que tomé.

Esta es la entrada, pequeña, con estacionamiento para tres coches. La puerta de madera y el noren (cortina corta que tapa la mitad de la puerta) le dan un toque que combina perfecto con la vegetación del pasillo.

La entrada con un puente que da a los privados y una armadura samurai.

La vista desde el segundo piso. Al fondo está la entrada.

Así se ven los privados en donde están las mesas. Piso de tatami y mesa baja.

Es un restaurante “común y corriente” que estaba en un lugar nada especial de un pueblo no turístico. Voy a lugares de estos cada rato, y tomo cada vez menos fotos. Tal vez es porque me parecen cada vez menos especiales porque poco a poco la mente se acostumbra a ver común lo que antes era especial.

Creo que es normal. Creo que tal vez por eso (y por el trabajo) he dejado de subir cosas al blog. A veces no encuentro cosas “especiales” para poner aquí, pero al final de cuentas vivo en un país en el que todo  -o casi todo- es especial.

Una de las cosas que desde el principio me propuse fue no perder la capacidad de asombro, no dejar de tomar fotos, no dejar de sorprenderme por las cosas que se ven en este maravilloso país. A veces lo obvio causa seguera, la cotidianidad arrasa con los sentidos y se pierde la dimensión de lo que en realidad se vive.

Voy a tratar de dar un pequeño giro al blog y poner posts más cortos con situaciones de la vida diaria, ésas que son especiales y que corren el peligro de verse como comunes y corrientes.