Un Mexicano en Japón

En estos días fuimos a visitar el lago Chuzenji 中禅寺 y sus alrededores, para ver cómo van los cambios de las hojas de otoño. Este lago es parte del parque nacional de Nikko y eso hace que además de los paisajes ofrezca una riqueza histórica que atrae a los turistas. Está a 2 horas de Tokio y se puede llegar en una combinación de tren y autobús, qunque esta vez nostros llegamos en coche. El lago y el pequeño poblado per se valen la visita, pero además podemos encontrar cascadas, santuarios y templos que completan un paseo muy interesante. Llegar en coche o autobús añade la esperiencia de subir por una montaña a través de más de 25 curvas que van una tras otra. Le ponen nombre y número a cada curva y se llama el camino Iroha. Nosotros fuimos primero a la cascada de Kegon. Una vez bajando del coche se tiene que tomar un elevador que baja 6 pisos para llegar al mirador, desde donde se ve así: 97 metros y cae una tonelada de agua por segundo. Pasillo para llegar al elevador. Me recordó a alg

Ya llevo varios años viviendo en este maravilloso país y no tengo intención de dejarlo, pero estos días he estado pensando cúales son las cosas que extrañaría más si regresara a mi país. Son estas: 1. Seguridad en las calles. No importa la hora que sea ni la zona del país de la que se trate. En Japón se puede caminar a cualquier hora con la cartera en la mano sabiendo que nadie va a llegar a arrebatarla.  Se pueden hacer compras, dejarlas en los estantes del tren y quedarse dormido sin la preocupación de que no estén ahí al despertar.  Caso extremo. Se puede olvidar la bolsa con el teléfono a la vista en una banca del parque pero uno sabe que al regresar por ella lo más probable es que estará esperando en el mismo lugar. Se puede salir de fin de semana dejando la puerta de la casa o del coche sin seguro y dormir tranquilo porque nadie va a aprovechar el olvido. Se pueden ver niños de primaria solos jugando o paseando por las calles sin sentir la inquietud de que les pasará algo malo. T

Una de las cosas que más me gusta de los santuarios shintoístas es que la mayoría están ubicados en medio de la naturaleza, como es el caso de Furumine, en la prefectura de Tochigi. El shintoismo es la religión nativa de Japón.  No se sabe cuándo se fundó, pero ha ido creciendo con los japoneses desde hace más de 2 mil años, incrustando sus ceremonias como costumbres de la vida diaria de los habitantes de este país. Los que saben dicen que más que una religión es una amalgama de actitudes, ideas y maneras de hacer las cosas que se ha convertido en parte integral de la forma en cómo los japoneses ven y viven la vida. Los torii son las puertas que separan el mundo terrenal del piso sagrado del shitoismo. Además de los torii, se pueden encontrar koma inu, animales imaginarios con forma de leones que protegen al santuario de la mala fortuna y los demonios.  En la entrada también encontramos esta torre de 5 niveles. Cada nivel representa un elemento de la naturaleza: tierra, agua, fuego, ai