Cinco cosas que extrañaría de Japón

Ya llevo varios años viviendo en este maravilloso país y no tengo intención de dejarlo, pero estos días he estado pensando cúales son las cosas que extrañaría más si regresara a mi país. Son estas:

1. Seguridad en las calles.

No importa la hora que sea ni la zona del país de la que se trate. En Japón se puede caminar a cualquier hora con la cartera en la mano sabiendo que nadie va a llegar a arrebatarla. 

Se pueden hacer compras, dejarlas en los estantes del tren y quedarse dormido sin la preocupación de que no estén ahí al despertar. 

Caso extremo.

Se puede olvidar la bolsa con el teléfono a la vista en una banca del parque pero uno sabe que al regresar por ella lo más probable es que estará esperando en el mismo lugar. Se puede salir de fin de semana dejando la puerta de la casa o del coche sin seguro y dormir tranquilo porque nadie va a aprovechar el olvido. Se pueden ver niños de primaria solos jugando o paseando por las calles sin sentir la inquietud de que les pasará algo malo.

Todo eso quita ansiedad y disminuye un estrés artificial que envuelve la mente de las personas que viven en países en donde todo esto no se puede hacer más. Vivir confiando en los demás es algo que no tiene precio. 

2. Cambios estacionales

Aquí la naturaleza es la que le dice a los sentidos cuándo llega una nueva estación. En los inicios de marzo florecen los ciruelos y ése es el aviso de que la primavera llegará pronto. Cuando las flores de los cerezos brotan a finales de marzo se sabe que la primavera llegó y el frío se fue. 

Sakura.

En junio llegan las lluvias, y al final del mes viene una tormenta que deja humedad y calor: el verano llegó y vestirá de verde todo lo que se deje. Ni los troncos de los árboles o las piedras se escaparán. 

Musgo.

En agosto cantarán las cigarras anunciando que el otoño se acerca; en septiembre llegan los tifones y un día uno de ellos se lleva a las últimas cigarras junto con la humedad. El otoño llegó, y con él los cambios de colores en las hojas de arces y gingkos. Es mi época favorita del año con excepción de que también llega el polen de algunas plantas que ocasiona alergias en la nariz. Cielos despejados y vientos frescos. 

Con el año nuevo llegan las nevadas y buena parte del país se viste de blanco con la llegada del invierno, que acabará cuando los ciruelos vuelvan a florecer.

Ver todo eso, sentir los cambios del clima, probar los sabores de la comida de cada temporada, cambiar el closet completamente y tomar fotos de las flores nuevas o de los colores que la naturaleza nos regala son uno de los placeres gratis que tiene la vida aquí.

3. Limpieza

Ver las calles, trenes, pisos y paredes limpios es señal de una sociedad que cuida las cosas públicas. Dicen que a los japoneses los ponen a limpiar sus salones y habitaciones desde niños porque nadie más lo hará por ellos y eso les deja en la cabeza un mensaje claro de no tirar basura ni ensuciar su entorno. Sea como sea, es muy agradable sentir también la responsabilidad compartida de mantener todo limpio y ver el resultado todos los días. 

No se ve una sola basura.

Tren local por la tarde. El piso brilla de limpio.

4. Trenes

México, como la mayoría de los países de América, siguió el modelo norteamericano de llenar las calles de carreteras y coches. Es por eso que llegar a un país con más de 40,000 trenes impresiona a cualquiera. Su precisión, puntualidad y comodidad hacen que los trayectos se conviertan en parte de la experiencia de vida. Ir leyendo, trabajando o durmiendo en los trayectos es siempre conveniente.

Mi modelo de tren favorito: un shinkansen de dos pisos.

Tren local de la Sobu line en Tokio.

5. Libertad de ser

No sabía qué título poner a este punto. Me refiero a la libertad que la gente tiene para hacer lo que quiera, vestirse como quiera, comportarse como quiera sin preocuparse por la crítica social. Siempre y cuando no moleste a nadie, nadie lanzará burlas o críticas. 

Lo diferente puede ser sinónimo de novedoso e imponer modas.

Es cierto que con las redes sociales es otra cosa, pero todos aquí tenemos la libertad de comportarnos como queramos sin miedo al juicio inmediato. Esto permite el surgimiento de novedades sociales y hasta experimentos de moda. Muchas tendencias mundiales han nacido en Japón precisamente por esta libertad de ser.  

Nota especial: respeto

Creo que todo lo que me gusta de la cultura japonesa tiene su origen en el respeto que la gente tiene por sus semejantes y por sí mismos. De ahí viene todo, ése es el secreto. Si lo hacen por costumbre o por convicción es otra cosa, lo importante es que todos se respetan y se percibe en todas las circunstancias de la vida en Japón. Creo que es la base para conseguir la calidad de vida que se tiene en este país.

Los que han vivido aquí o han visitado el país, ¿qué es lo que más extrañan?